miércoles, 12 de diciembre de 2018

INDULTOS EN LA REAL MAESTRANZA DE SEVILLA 


Ladislao Rodríguez Galán
Hace unos días oí, a un aficionado sevillano, decir por la radio que Dios le había dado la alegría de haber podido presenciar los dos indultos históricos que se habían producido en la Real Maestranza de Sevilla desde su inauguración. " Los dos ocurrieron en el ciclo ferial y el primero -dijo- lo llevó a cabo José María Manzanares que indultó al toro "Arrojado" de la ganadería de Núñez del Cuvillo, el 20 de Abril de 1911" y "El segundo indulto - añadió- fue obra de Manuel Escribano la tarde del 13 de Abril de 2016, con el toro "Cobradiezmos" de la ganadería de Victorino Martín".
Tiene razón este aficionado en cuanto a los dos indultos mencionados, pero carece de información cuando obvia precisar que el primer indulto de la historia de la Real Maestranza de Sevilla corrió a cargo del novillero sevillano Rafael Astola. El feliz acontecimiento ocurrió el 12 de Octubre de 1965. Esa tarde se lidiaba una novillada del Marqués de Albaserrada y el novillo indultado atendía por "Laborioso", marcado con el número 24 y con un peso de 425 kilos. A este animal, por su extraordinaria bravura y nobleza se le perdonó la vida, pasando a la historia por ser el primer novillo que se indulta en la mítica plaza sevillana. 


En Febrero de 2001, mi querido y añorado compadre Rafael González "El Zubi" , lucentino de pro, publicó en la revista taurina cordobesa "La Montera", una entrevista con Rafael Astola de la que reproduzco unos párrafos íntegros.
Referente al juego de aquel novillo, Astola lo narra así: " "Ese tal vez ha sido el mejor toro con el que he estado en mi vida. a "Laborioso" no lo olvidaré nunca. Fue algo inusitado que se indultara en la Maestranza a un novillo. Eso no había ocurrido nunca. Me harté de toro aquella tarde. El animal no tenía fin. Embestía una vez y otra y otra..., y nunca se cansaba. Yo me encontré muy a gusto con él. Fue algo fantástico. Aquella tarde estaba de presidente un comisario de policía llamado Tomás León. Era un presidente un tanto polémico y exigente. Para el solo toreaba bien en Sevilla "Curro Romero" y los demás todos éramos malos. Bueno yo rompí esa tendencia y no pudo evitar indultarme ese novillo. Esa década de los sesenta-setenta, fue extraordinaria- continúa- en Sevilla estábamos diez o doce novilleros, que de habernos tocado ser toreros ahora, hubiéramos servido todos. Recuerdo - añade- a Pepe Luis Segura, Rafael Roca, "Facultades", Pedrín Benjumea...y unos cuantos mas. Pero claro ¿Que es lo que había delante?: pues estaban Antonio Ordóñez, Diego Puerta, "El Cordobés". Lo de "El Cordobés" fue lo más grande. Volvió locos a todos y revolucionó el toreo. Hizo además que los toreros cobráramos mejor en las plazas. El Benítez es que acabó con todos los grandísimos toreros que había en aquellos años. Era un auténtico león. No digo que "El Cordobés" fuera el mejor, digo que acabó con todos y eso es un hecho cierto".
TRAYECTORIA DE RAFAEL ASTOLA
Rafael Astola nació en Sevilla el 9 de Septiembre de 1943, hijo de torero y sobrino de dos famosos matadores sevillanos: Enrique Vargas "Minuto" y Francisco Díaz "Pacorro". Aprendió desde muy joven el oficio de joyero pero la tradición familiar le encamina inexorablemente al mundo del toro. Un destino para el que estaba predestinado. Rafael Astola encontró ciertas facilidades para un eficaz aprendizaje. Viste su primer traje de luces el 15 de Mayo de 1959 en Marchena (Sevilla) con ganado de Sancho Dávila. Tras torear una treintena de festejos debuta con plazas montadas en Plasencia (Cáceres) el 19 de Marzo de 1964 con toros de Vda. de Guardiola. Se presenta en Madrid el 4 de Julio de 1965, con un encierro de Sotillo, siendo corneado de gravedad. Tomó la alternativa en Zalamea la Real (Huelva) con Antonio Barea como padrino y de testigo José Luis Parada. El ganado pertenecía al hierro de Antonio de la Cova y el toro se llamaba "Cogénidos". El maestro Astola cruzó el charco y en Acho (Lima) triunfó tan rotundamente que estuvo tres meses toreando por aquellas tierras. Rafael Astola, tras dos actuaciones en Portugal, se cortó definitivamente la coleta en 1975, obligado por una lesión en la rodilla, sufrida en Zaragoza, de la que fue operado varias veces. 


Este es, a grandes rasgos, el perfil profesional de un gran torero sevillano, honrado y valiente cuyo talón de aquiles fue la espada, circunstancia que le hizo perder numerosos trofeos.
Rafael Astola pasará a la historia ( y así se lo ha reconocido la Maestranza con el descubrimiento de una
placa conmemorativa de aquella tarde) como el primer torero que indultó una res brava en la plaza del Baratillo. Echo que no se volvió a repetir hasta 2011, 45 años después. La historia es como es y hay que dar a cada uno el honor que le corresponde.