domingo, 12 de agosto de 2018

"EL CALIFA" ESTUVO A LAS ÓRDENES DE ÁNGEL PERALTA
Y LE RECUERDA CON CARIÑO 


Ladislao Rodríguez Galán
En el mes de Abril de este año nos dejó para siempre, a los 93 años recién cumplidos, el laureado rejoneador Ángel Peralta, que se le puede calificar como innovador y revolucionario de las suertes del toreo a caballo, tal como hiciera en su época el inigualable cordobés Antonio Cañero. Había nacido en la Puebla del Río (Sevilla) en 1925 y debutó con 19 años en La Pañoleta, cerca de Sevilla. Se presentó en Madrid el 19 de Abril de 1948. Fue en las décadas 60-70 donde alcanzó mayor prestigio y sonados éxitos, como las dos orejas y rabo conseguidos en la Maestranza en la feria de abril de 1971. En esta temporada de 1971 alcanzó a torear 126 festejos. Estuvo en activo 55 años y lidió más de seis mil toros. Además de rejoneador fue escritor, poeta, compuso las sevillanas "Y se amaron dos caballos", publicó varios libros, actor de cine y cualificado ganadero de toros y caballos. En 2013 le fue concedida la Medalla a las Bellas Artes.


Traemos a colación esta brevísima historia del Centauro de la Puebla (como se le llamaba) porque un paisano nuestro, torero y buena gente, Juan Antonio García "El Califa", estuvo a sus órdenes como subalterno cualificado y le conocía perfectamente y queremos que nos hable de este mítico personaje.
Como fue que entró Vd. a formar parte de la cuadrilla del mítico de Ángel Peralta?
Mi última actuación como novillero con caballos fue en Sevilla. La novillada era del hierro de Peralta y tuve que matar tres novillos por la cogida de mi compañero Antonio Portillo, esa tarde completaba el cartel Maribel Atienza. Los maté de sendas estocadas y allí me corte la coleta (29-9-1980). Ahí acabaron mis sueños de ser figura del toreo. Fue demasiada dura la lucha. Ese día estaba dn. Ángel Peralta de espectador en La Maestranza y vio mi facilidad con la espada. Como ya contaba con 60 años, le costaba rematar los toros pié a tierra. Poco después me hice subalterno pero como no estaba cómodo con los palos, me hice subalterno de rejoneadores. El 4 de Octubre de 1985 iba yo con Ignacio Vargas y coincidimos en la plaza de Úbeda con dn. Ángel Peralta. El apoderado de los dos era Manolo Morilla y dn. Ángel le pidió que esa tarde toreara con él para verme y probarme. El toro no fue malo y tuve la suerte de que cada vez que Peralta cambiaba de caballo yo salía y se lo dejaba en los medios que es el sitio que ellos quieren. El 12 de ese mismo mes toreé ya a sus órdenes en Zaragoza. En la temporada 1986 comencé en un festival en Olivenza, aquí me llamó aparte y me dijo que estaba colocado con el pero que el toro que no pudiera matar con el rejón lo tenía que matar yo, bien con la espada o con el descabello, y que me pagaría 5.000 pts. 

De más cada tarde, tuviera que intervenir o no. Esa palabra la cumplió a rajatabla. Luego vino Sevilla, Madrid, Granada, Córdoba, la feria de julio de Valencia, Murcia, Bilbao...allí precisamente le tuve que matar un toro de 620 kilos. -
Cuantas temporadas toreó Vd. con el Centauro de la Puebla?
Fueron dos temporadas en las que le tuve que matar entre 14 ó 16 toros. En la primera temporada toreamos 60 tardes y en la siguiente 56 corridas. Toreamos en Marruecos, en Rabat, dos tardes y las televisaron en directo para aquel País. Dn. Ángel le regaló un caballo precioso a la princesa hija del Rey Hassan II. Al volver de Marruecos y desembarcar en Algeciras salimos pitando para Teruel que teníamos una corrida al día siguiente. Recorrimos 900 kilómetros y por una fuerte tromba de agua la corrida se suspendió.
Porque se fue Vd. de la cuadrilla?
Yo con dn. Ángel estaba muy bien. Era un hombre generoso y respetuoso con todo el mundo. A mí me hablaba siempre de Vd. Pero ya eran sus últimas temporadas, los años no perdonan y cada vez toreaba menos. Venían nuevos valores empujando como Vidrié, Buendía, Bedoya, Alvarito Domecq...con todos ellos toreé suelto y con Bedoya estuve dos temporadas colocado fijo.
Viviría Vd. muchas tardes triunfales a sus órdenes...
Muchas. Pero recuerdo que una tarde en Murcia, con una corrida de Pablo Romero, el toro era extraordinario y dn. Ángel con su caballo predilecto "Mejanes", le formó un lío de los más grandes que yo he visto a un rejoneador.
Y alguna tarde lamentable...
Una tarde en un pueblo de Bilbao, en una plaza demasiado pequeña para rejonear, sin espacio apenas para los caballos. Lo pasó muy mal para poder desenvolverse a gusto.
Mientras estuvo Vd. con el sufrió algún percance?
Recuerdo dos volteretas. Una en Cuellar (Segovia). Estaba el ruedo mojado y el caballo resbaló. Sufrió contusión en una muñeca y en la cadera. Y la otra fue en Olmedo de Valladolid porque el piso estaba demasiado duro y el caballo también resbaló tirando al jinete que se lesionó una rodilla. Ambas fueron lesiones leves.
Tenía alguna manía?
Dn. Ángel llevaba en los viajes un profesor de inglés para perfeccionar este idioma. Era como un miembro de la cuadrilla más.
Era un hombre que nunca dejaba de aprender. Cuando un caballo resultaba herido, de él o de algún compañero, se quitaba la chaquetilla y se remangaba para operar y coser al animal.
Cual era su caballo predilecto?
En el tiempo que estuve con él sus caballos favoritos eran "Mejanes" y "Brujo"
¿Cuando se retiró Vd. definitivamente del toreo activo?
Mis dos últimas temporadas en activo pertenecí a la cuadrilla de otro rejoneador fenómeno: Ginés Cartagena. La última tarde que toreé fue en la feria del Pilar de Zaragoza el 12 de Octubre de 1990. Hace 28 años que tomé esa decisión y hoy estoy feliz como profesor de la Escuela Taurina de Córdoba.