miércoles, 17 de diciembre de 2014

II JORNADA TAURINA EN LA RAMBLA

La noche de ayer sábado, 
13 de diciembre 2014, la
 Peña Taurina Diego
 Ventura de la Rambla
 (Córdoba), celebró la segunda Jornada Taurina dentro del Ciclo de actividades Otoño-Invierno. Con un gran número de jóvenes entre el público, el matador de toros y abogado Andrés Luis Dorado, expuso de forma clara, concisa y amena los principales problemas que viene sufriendo la fiesta de los toros, centrándose en la figura de la trinidad taurina (apoderado, ganadero y empresario), la que forma hoy ese circuito cerrado en el que se cuecen los entre bastidores de las principales ferias, donde no caben los toreros que no forman parte de esos circuitos, privando así al público de ver a  nuevos valores, terminando la mayoría de estos por colgar el traje. De igual forma Dorado destacó el poco apoyo que hoy tiene la fiesta, tanto por la prensa, como por las instituciones, siendo ella, la fiesta de los toros, después del futbol, la que atrae a mayor número de espectadores y la que aporta más ingresos a las arcas del estado.



Estuvo el torero acompañado en la mesa por el exnovillero local Juan Hidalgo, coordinador de las Jornadas, y Ladislao Rodríguez Galán, que tras hacer una semblanza del torero, a quien ha seguido desde sus comienzos, pues le une una gran amistad a nivel familiar, aseguró su gran proyección, avalada por los triunfos y trofeos obtenidos, y agradeció a la Peña el haber contado con él y el esfuerzo realizado en las  organización de unas Jornadas que deben servir de ejemplo a muchas otras Peñas, asociaciones e instituciones para así aunar esfuerzos para difundir los grandes valores de la tauromaquia, tan injustamente atacada por intereses partidistas que nada tienen que ver con los males que se les achaca. 
Volvió Dorado a la palestra para resaltar la gran labor que Ladis realiza en bien del mundo del toro, pues de no ser por él, que por pura afición y cariño a la fiesta, con cámara en mano recorre nuestra geografía andaluza, sin apoyo económico de ningún tipo, la mayoría de los espectáculos y eventos taurinos quedarían sin información, lo que podemos ratificar también todos los aficionados que, tarde tras tarde, y temporada tras temporada, nos encontramos por esos cosos taurinos, de los que prensa, radio y televisión ignoran su acontecer con injusta desidia.
 Una gran velada taurina que muy bien puede ser ejemplo de cómo defender esta parte de nuestro patrimonio cultural, le pese a quien le pese. Enhorabuena.

                                                     Domingo Echevarría