FERIA DE POZOBLANCO
EL REJONEO CIERRA LA FERIA
Ladislao Rodríguez Galán
Ganado: Toros de Torrealta de
buena presentación. El primero fue sustituido por un sobrero del mismo hierro
que se aplaudió en el arrastre, lo mismo que al segundo. Los cuatro restantes
toros sin codicia, distraídos y desentendiéndose de las cabalgaduras.
Pablo Hermoso de Mendoza: rejón
(oreja) y rejón trasero de efecto fulminante (oreja).
Diego Ventura: rejón y dos
descabellos pie a tierra (oreja) y rejón fulminante (dos orejas).
Manuel Manzanares: medio
rejón, pinchazo y rejón contrario con ocho descabellos pie a tierra (palmas
tras aviso) y medio rejón, pinchazo y rejón ( ovación con saludos).
Plaza: Los Llanos
(Pozoblanco) media entrada en tarde entoldada y fría.
Incidencias: Mendoza y
Ventura salieron de la plaza a hombros.
No cerro,
precisamente con broche de oro, la feria de Pozoblanco a pesar de las cinco
orejas cortadas y de estar anunciados los dos mejores rejoneadores del momento.
En algunos pasajes del festejo el desencanto hizo mella en el tendido. Y es que
la corrida comenzó mal con un toro que con el primer rejón colocado se echó,
hasta dos veces, y luego se reculó en tablas acabando con la paciencia de Pablo
Hermoso que hacía lo imposible por sacarlo a los medios. Quizás por la falta
evidente de fuerzas o por otro motivo que se nos escapa, el caso es que fue
devuelto y en su lugar salió un gran toro. Muy bravo y repetidor que permitió
al jinete navarro desarrollar su toreo con lances muy bellos. Mendoza lo templó
muy bien de salida y lo embebió en el caballo.
El toro al sentir el primer rejón apretó lo suyo y Pablo Hermoso lo
toreo de costado con cambios de ritmo, en la misma cara del animal, levantando
el tendido. Hasta cinco banderillas al quiebro colocó rematando la serie con
tres banderillas cortas superiores. Faena de mucha enteros que recibió un corto
premio. En el cuarto Mendoza puso de salida un rejón muy trasero protestado,
después otro al quiebro, aceptable. Pero cuando
estuvo a punto de clavar una banderilla en el albero los pitos del
tendido, parece que entonaron al jinete que andaba a medio gas y colocó tres
banderillas al quiebro de buena factura. El toro, parado, no acometía al
caballo. Tres banderillas cortas y un par más de cortas a dos manos, a toro parado
taparon un poco su actuación que resultó no todo lo brillante que se esperaba.
Diego
Ventura que clavó dos rejones primeros sin su peculiar espectacularidad, la
formó después al torear de costado con el toro cosido al anca recorriendo así todo el anillo
de la plaza. Tras un primer par de banderillas salió del embroque con piruetas
muy aplaudidas. Con las cortas a dos manos falló en el primer intento, clavando
solo una. Volvió a fallar otra vez, enmendándolo en la siguiente entrada. Al violín
colocó tres de las cortas que
enloquecieron a los tendidos. A su segundo, un toro que fue perdiendo interés
por el caballo, le enjaretó hasta siete banderillas al quiebro, las tres últimas,
de lío gordo. Aún le puso otras tres cortas al violín arriesgando mucho.
Manuel
Manzanares tuvo el valor de compartir cartel con dos figurones. El joven
rejoneador dejó patente su bisoñez. Está en pleno aprendizaje, por eso es
menester que se placee entrando en otros carteles de menos compromiso. Su actuación, discreta, tuvo destellos de
calidad en algunos pasajes. Esta tarde ha recibido el cariño del público. Que
ya es bastante.
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