ULTIMA
CORRIDA DE FERIA
BOMBAZO DE MORANTE
EN LOS CALIFAS
L.R.G.
(1-Junio-2013)
Ganado: toros de Juan Pedro
Domecq, regularmente presentados, cómodos de cara, nobles pero con las fuerzas
justas y de buen juego en general.
Finito de Córdoba: estocada tendida y
dos descabellos (oreja, tras aviso) y pinchazo hondo y cinco descabellos (
ovación con saludos).
José Antonio
Morante "Morante de la Puebla": media estocada ( dos orejas) y media
estocada ( dos orejas y rabo).
José María
Manzanares: dos
pinchazo, media estocada y dos descabellos( ovación con saludos) y dos
pinchazos estocada y descabello( ovación con saludos).
Plaza: Los Califas, tres
cuartos de entrada en tarde muy agradable. Se desmonteraron en el tercero Juan
José Trujillo y Luis Blázquez. Morante salió de la plaza a hombros.
El cartel de la feria, sin duda, era este.
La venta de localidades para el sábado así lo acreditaban. Y aquí no se cumplió
el conocido refrán de tarde de
expectación, tarde de decepción. Ni mucho menos. La tarde reventó. Y el autor
de ese reventón fue el torero sevillano José Antonio Morante de la Puebla. Hacía
once años que no se cortaba un rabo en Los Califas - Manuel Benítez lo
consiguió la tarde que se cortó la coleta (1 junio 2002)-.
Lo de Morante hoy es muy difícil de contar.
El arte en su máxima expresión, la pureza, la calidad y la exquisitez con que
manejó el capote y la franela quedará en la retina de los miles de aficionados
que se sentirán afortunados por haber asistido a esta obra de arte irrepetible.
Desde el primer capotazo a su primer oponente hasta el final de la faena al
quinto toro, Morante transmitió al
tendido todas las sensaciones que iba sintiendo ante la cara del toro. Todo
surgía espontáneo, como la creación de un artista ante un lienzo. Verónicas majestuosas,
chicuelinas, remates garbosos y muletazos primorosos superando el siguiente al
anterior. Una cadena de perfección con la gracia y pinturería de este torero,
que de seguro jamás ha vivido una tarde tan completa como esta. A todo esto la
plaza un clamor, ronca de gritar oles y perpleja de ver lo que Morante escribía
con su muleta en el ruedo. No se puede torear mejor ni con tanto sentimiento.
El final de feria no ha podido ser más completo. El aluvión de aficionados que
se lanzaron al ruedo a sacar al maestro en hombros puso de manifiesto que la
pasión se había desbordado. La fiesta ha mostrado esta tarde en Córdoba toda su
dimensión.
Abría cartel un animoso "Finito de
Córdoba" que recibió a su primer enemigo con una larga cambiada rodilla en
tierra para luego continuar con verónicas muy ajustadas. Con la muleta enjaretó
varias series por ambas manos con mucho empaque y gusto. En el cuarto, al
recibirlo de capote el animal hizo un extraño y eso condicionó la labor del
torero que no pasó de correcto.
Manzanares no tuvo su lote a modo y aunque
lo intento y consiguió pases de muy bella factura, no acabó de entrar en la
tarde.
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