JORNADA TAURINA DE LA PEÑA DE BUJALANCE
ASISTIERON A UN TENTADERO EN LA GANADERÍA "LOS RODEOS"
Ladislao Rodríguez Galán
La Peña Taurina Cultural de Bujalance, que preside Juan Antonio Barco, ha celebrado una jornada campera en la ganadería jienense de Los Rodeos para asistir a un tentadero dirigido por el joven novillero Daniel García Navarrete (cuyos pasos dirige el matador de toros Tomás Campuzano). Se tentaron una becerra y un novillo para semental que dieron buen juego. Esta ganadería se crea en 2007, con un lote de vacas y sementales de procedencia Torrestrella, Jandilla y Maribel Ybarra
El ganadero Antonio Torres, saludó a los excursionistas y tras un desayuno molinero, subidos en un remolque al uso, les acompañó a visitar los diferentes cercados para observar las vacas, los becerros, los novillos y los toros. Torres les fue explicando las características del ganado bravo que cría.
Terminado el paseo por la dehesa, los visitantes se acomodaron en el tendido de la plaza de toros para presenciar la tienta. Salió primero la becerra que, tras repetidas entradas al caballo, no se cansó de embestir.
García Navarrete la toreó magníficamente, con clase y temple luciéndola lo mas grande. También la aprovecharon los noveles Javier Segura y Antonio Luis Fernández Ríos que dejaron constancia de sus conocimientos adquiridos en sus respetivas escuelas taurinas.
Sin que el animal se cansase de embestir, y atendiendo al calor que hacía, a la becerra se le dio puerta y salió al ruedo el novillo. Un animal de bella lámina al que paró Navarrete poniéndolo al caballo, donde entró varias veces. Ya con la franela el joven torero demostró su técnica y poderío enjaretándole varias series por ambos pitones, llenas de torería y plasticidad, que fueron muy ovacionadas por los asistentes.
Igualmente Segura y Fernández Ríos, al requerimiento del ganadero, no dudaron en salir a torear a este animal tan distinto (en trapío y cornamenta) a las becerras que habían toreado hasta ahora. Pero ellos, que quieren ser toreros, saben que hay que dar el paso adelante,
cuando lo requiere la ocasión. Y ésta había llegado. Y, como es natural, había que aprovecharla. Y bien que la aprovecharon. Estuvieron muy valientes y muy dispuestos, y, lo más importante, pasaron la prueba.
Con este buen sabor de boca se pasó al comedor, donde unas generosas viandas, precedieron a un riquísimo arroz que puso broche final a una jornada taurina muy completa.-
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