FERIA DE MAYO 2014
CUANDO EL TOREO ES
SENTIMIENTO
FERNANDO SÁNCHEZ CONVENCE AL TENDIDO
CON SU TOREO PROFUNDO
Plaza:
Los
Califas (28-5-2014).
Ganado:
Seis
ejemplares de Eliseo Morán “La Morantilla” bien presentados que sirvieron para
la lidia. El tercero y sexto extraordinarios por su calidad y nobleza.
Rafael
Reyes:
Media estocada y descabello (silencio tras aviso) y pinchazo y estocada
(oreja).
Antonio
Suárez:
pinchazo, estocada y descabello (silencio) y estocada contraria (oreja).
Fernando
Sánchez:
estocada traserilla y caída (oreja) y estocada recibiendo, pinchazo hondo y
cuatro descabellos (leve petición y vuelta tras aviso).
Incidencias: La plaza registró
una flojísima entrada.
L.R.G.
Cuando el toreo se expresa con sentimiento
provoca en el espectador, y no digamos en el aficionado, una catarata de
vibraciones y complacencias difíciles de olvidar. Torear no es dar pases. Que
el toro vaya y venga, aprovechando el viaje, da como resultado un toreo ramplón y anodino que a nadie
interesa. Por eso cuando surge un torero que mueve las telas con mesura,
templando las embestidas y poniendo el corazón en su labor, el tendido se
convulsiona y emociona sobremanera. Y de
eso se trata. Fernando Sánchez, que toreaba su primer festejo de luces, tocó la
fibra del público ya en su primer novillo. Algo nerviosillo, resolvió con
holgura las bravas embestidas de su oponente que pedía un torero capaz. Y ahí
estuvo el chaval toreando por ambas manos dejando el sello de su personalidad.
Gustó mucho su labor y se le premió con una oreja. En el que cerró plaza, ya
más asentado en el ruedo, volvió a constatar su esencia de torero fino y
elegante. La templanza volvió a ser su mejor arma ante otro novillo con nobleza
pero al que había que hacer las cosas muy bien. Series por ambas manos con
largura y entrega y pases de pecho saliendo el novillo por el hombro contrario
entre el clamor popular. Lástima de la espada que se llevó las dos orejas que
tenía ganadas de ley y con ella la puerta grande. No pasa nada. Este chico tiene
un futuro prometedor y la Fiesta está muy falta de chavales con clase y ganas.
Rafael Reyes, era esperado con expectación,
pues volvía a Los Califas, donde nunca se ha ido sin triunfar. Sin embargo ante
su primer novillo no dio la auténtica dimensión que es capaz de firmar. El
novillo tenía sus complicaciones y Rafael lo intentó pero su labor se hizo
espesa, adobada, eso si, solo con algunas pinceladas. Cuando de verdad surgió
el chaval de siempre fue en el cuarto. Un novillo al que entendió desde el primer
momento y al que recibió con dos largas cambiadas y posteriormente pareó
excelentemente. Comenzó la faena de muleta citándolo de rodillas en el centro
del ruedo y a partir de ahí cimentó su faena en pases largos y poderosos, más
limpios por el pitón derecho, ya que al
natural el animal cabeceaba muy molesto. Era una lucha entre dos de la que
salió airoso el chaval.
El venezolano Antonio Suárez pasó casi de
puntillas ante su primer enemigo que manseaba ostensiblemente. En el quinto se
mostró más dispuesto pero no acabó de cogerle el aire a un novillo que acudía
fijo a la franela y transmitía. A su favor algunos muletazos de muy buena
factura.
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